El pulpo Paul terminó el Mundial invicto en sus presagios y así España se convirtió en la octava selección campeona del mundo luego de derrotar a Holanda por 1 a 0, con agónico de Andrés Iniesta en el minuto 116 del segundo tiempo suplementario, en la fría noche de Johanesburgo.
De este modo, la furia española pasa a integrar el selecto grupo de países que lograron un título mundial de la FIFA junto a Uruguay, Italia, Brasil, Alemania, Inglaterra y Francia.
Antes que la furia española levantara el trofeo más deseado, se jugó un partido con escasas emociones. Estas recién llegaron en la prórroga, momento en que España se mostró más entero físicamente y con un hombre de más en el segundo chico tras la expulsión del zaguero holandés, Heitinga, pudo hacer la diferencia con un disparo cruzado de Iniesta, que hizo estéril el esfuerzo de Stekelenburg.
El primer tiempo y buena parte del segundo se vio una final con pocas emociones y muchas amarillas (culminado el encuentro hubo 8 para Holanda y 5 para España) sacadas por el inglés Webb que fue silbado por la hinchada naranja en el momento de recibir su reconocimiento como juez de la final.
Lo cierto es que Webb se de sancionar incidencias de juego brusco. De todas ellas, quedará en el recuerdo el planchazo que le propinó De Jong a Xabi Alonso en el pecho.
A los 34 minutos, en tanto, se produjo el blooper de la final, cuando el holandés Wan der Wiel quiso entregar gentilmente una pelota desde su campo a Iker Casillas. La Jabulani, sin embargo, venía envenenada y el arquero no tuvo más remedio que desviarla al córner sino podría haber sido gol.
Pocas situaciones de riesgo como estas generó Holanda en la primera etapa del partido, quizás la única oportunidad clara fue Mathinsen en el borde del área española, pero el zaguero holandés pifió su remate.
En el complemento, los finalistas salieron al campo de juego conscientes que debían pensar más en el arco rival. Así fue como Robben hizo prevalecer su velocidad en dos ocasiones en las que quedó mano a mano con Casillas. La más clara fue a los 62, cuando el delantero, con tiempo para definir, quiso hacerlo apenas por arriba del arquero que logró desviar el balón al córner.
La segunda vino de un saque de arco que el 11 holandés aprovechó a velocidad para sacarse de encima la marca de Puyol pero éste lo hizo trastabillar antes de definir.
España, también tuvo las suyas, la más clara la tuvo el ingresado Jesús Navas que, tras una falla de Heitinga, quedó de cara al gol, pero el zaguero enmendó su error, bloqueó el intento del español en el momento justo. Por su parte, Sergio Ramos, tuvo otra vez la posibilidad de desnivelar con un cabezazo que salió desviado.
Los últimos cinco minutos presagiaban otra final del mundo con alargue y penales, Finalmente estos últimos nunca llegaron a la fría noche de Johanesburg porque Iniesta, quiso sumar un nuevo título a su laureada carrera y lo logró para alegría de él y toda España. Y olé.
De este modo, la furia española pasa a integrar el selecto grupo de países que lograron un título mundial de la FIFA junto a Uruguay, Italia, Brasil, Alemania, Inglaterra y Francia.
Antes que la furia española levantara el trofeo más deseado, se jugó un partido con escasas emociones. Estas recién llegaron en la prórroga, momento en que España se mostró más entero físicamente y con un hombre de más en el segundo chico tras la expulsión del zaguero holandés, Heitinga, pudo hacer la diferencia con un disparo cruzado de Iniesta, que hizo estéril el esfuerzo de Stekelenburg.
El primer tiempo y buena parte del segundo se vio una final con pocas emociones y muchas amarillas (culminado el encuentro hubo 8 para Holanda y 5 para España) sacadas por el inglés Webb que fue silbado por la hinchada naranja en el momento de recibir su reconocimiento como juez de la final.
Lo cierto es que Webb se de sancionar incidencias de juego brusco. De todas ellas, quedará en el recuerdo el planchazo que le propinó De Jong a Xabi Alonso en el pecho.
A los 34 minutos, en tanto, se produjo el blooper de la final, cuando el holandés Wan der Wiel quiso entregar gentilmente una pelota desde su campo a Iker Casillas. La Jabulani, sin embargo, venía envenenada y el arquero no tuvo más remedio que desviarla al córner sino podría haber sido gol.
Pocas situaciones de riesgo como estas generó Holanda en la primera etapa del partido, quizás la única oportunidad clara fue Mathinsen en el borde del área española, pero el zaguero holandés pifió su remate.
En el complemento, los finalistas salieron al campo de juego conscientes que debían pensar más en el arco rival. Así fue como Robben hizo prevalecer su velocidad en dos ocasiones en las que quedó mano a mano con Casillas. La más clara fue a los 62, cuando el delantero, con tiempo para definir, quiso hacerlo apenas por arriba del arquero que logró desviar el balón al córner.
La segunda vino de un saque de arco que el 11 holandés aprovechó a velocidad para sacarse de encima la marca de Puyol pero éste lo hizo trastabillar antes de definir.
España, también tuvo las suyas, la más clara la tuvo el ingresado Jesús Navas que, tras una falla de Heitinga, quedó de cara al gol, pero el zaguero enmendó su error, bloqueó el intento del español en el momento justo. Por su parte, Sergio Ramos, tuvo otra vez la posibilidad de desnivelar con un cabezazo que salió desviado.
Los últimos cinco minutos presagiaban otra final del mundo con alargue y penales, Finalmente estos últimos nunca llegaron a la fría noche de Johanesburg porque Iniesta, quiso sumar un nuevo título a su laureada carrera y lo logró para alegría de él y toda España. Y olé.
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